Se presenta una revisión de la evidencia actual sobre el impacto psicológico que tiene la cuarentena. Durante los brotes de enfermedades infecciosas importantes, la cuarentena puede ser una medida preventiva necesaria. Sin embargo, esta revisión sugiere que la cuarentena a menudo se asocia con un efecto psicológico negativo, particularmente una mezcla de síntomas ansiosos y depresivos, algunos de los cuales llegan al nivel de TEPT. Los trabajadores sanitarios pueden ser particularmente vulnerables. Esta revisión nos recuerda que proporcionar información detallada sobre el virus, el riesgo de contagio, la letalidad y la justificación de la cuarentena, junto con los suministros adecuados y la facilitación de las conexiones sociales, son los únicos antídotos que pueden mitigar los temores de las personas, lo que puede distorsionar su pensamiento y conducir a comportamientos desadaptativos como la evitación excesiva y la estigmatización.